"Las naranjas de Valencia hablan árabe". Este titular de periódico que llamó la atención de muchos se refería a la procedencia de buena parte de los cítricos que comercializan las grandes cadenas de supermercados. Estos, lejos de tener origen en la huerta valenciana - como la mayoría de consumidores piensa -, provienen principalmente de Marruecos.
Al margen de los tratados bilaterales con España, el país norafricano es socio preferente de la UE, con la que también ha suscrito diferentes acuerdos de libre comercio. El artículo del que hablamos denunciaba la elevada inversión que la industria agroalimentaria (lo cual incluye a empresas nacionales) efectúa en Marruecos. Allí producen a bajos costes favorecidos por una fiscalidad ventajosa, así como por salarios y exigencias de seguridad alimentaria menores.
El siguiente paso consiste en exportar a Europa bajo la marca España, sea de forma encubierta a través del uso de anagramas y términos evocadores o de forma descaradamente explícita. Los establecimientos de venta son meros distribuidores del producto. Su principal interés es el de adquirir género barato para darle una salida masiva gracias a precios inferiores, y aumentar así su volumen de negocio.
Con ese panorama de fondo, los productores de genuinas naranjas de Valencia se quejan de otra práctica habitual en las superficies comerciales de Europa. Entre la fruta a granel - concretamente naranjas y mandarinas que llegan de Egipto - "camuflan" alguna pieza de cítrico valenciano, que por su apariencia más atractiva llama al consumidor a engaño.
Y la cosa no termina aquí. Sudáfrica, Turquía, Argentina… abastecen nuestros mercados de naranjas presuntamente "Made in Spain". Todas esas prácticas conforman un verdadero fraude alimentario que no solo perjudica a los agricultores de la cuenca mediterránea, sino al consumidor.
Así pues, ¿qué podemos hacer ante esta realidad para tener la certeza de que al comprar naranjas recibiremos verdaderas naranjas de Valencia? A continuación te daremos algunas claves. Pero ya te avanzamos que la mejor opción siempre es comprar naranjas a domicilio a empresas que ofrezcan garantías.
¿Cómo asegurarnos de que compramos naranjas de Valencia?
Lo cierto es que no habría de ser difícil para el consumidor averiguar si las naranjas que compra - sobre todo si son naranjas a domicilio - son naranjas de Valencia. El etiquetado debería identificar con total claridad la procedencia del producto, sobre todo cuando, como en el caso de las naranjas de Valencia, gozan de denominación protegida.
Las técnicas fraudulentas son variadas, y no siempre resulta fácil descubrir el auténtico origen del género a la venta. Sobre todo si no compramos naranjas a domicilio y nos fiamos de lo que encontramos en los supermercados.
Por otra parte, el reclamo del precio es poderoso. Si el comprador supiera que las cualidades organolépticas de alguna de esa fruta (sabor, olor, textura) y nutricionales están muy por debajo del estándar de calidad de las naranjas y mandarinas de la huerta valenciana, probablemente se abstendría de adquirirlas y solo compraría naranjas a domicilio.
Ahora bien, nos ponemos en la piel del consumidor. ¿Somos siempre plenamente conscientes de lo que compramos, sobre todo cuando en vez de comprar naranjas a domicilio lo hacemos en supermercado? ¿No lo fiamos todo a los controles de la administración? Siendo sinceros, suele ser un precio inferior lo que generalmente decanta nuestra decisión.
Eso cambiaría si simplemente probáramos las naranjas cultivadas y recolectadas de forma natural. No habría punto de comparación con cualquier otra, y por tanto tampoco habría dudas. Sin embargo, eso es algo que solo descubriremos en casa al comer una pieza entera o elaborar zumo.
¿Y entonces? Hay otra manera de asegurarnos de que las naranjas que están en nuestras manos son verdaderos cítricos de la Terreta: comprar directamente naranjas por Internet. Naranjas a domicilio. En los últimos años, los productores locales han creado plataformas de venta de naranjas a domicilio. Su sitio web utiliza herramientas de comercio electrónico que permite comprar naranjas online. Es decir, comprar frutas directamente del campo.
A través de la tienda online FrutaMare puedes realizar el pedido de la variedad de naranjas a domicilio que desees entre las que se cultivan y recolectan en la Comunidad Valenciana. La oferta es muy extensa. Nos referimos a naranjas sanguinas, naranjas navel, lane late, naranjas blancas para zumo, naranjas tradicionales de mesa… Todas ellas naranjas naturales, con la denominación de ubicación geográfica protegida.
Al comprar naranjas a domicilio no solo te aseguras de que las naranjas que recibes son auténticas naranjas valencianas, sino que evitas interminables redes de distribución, puesto que van del árbol a tu mesa. Lo que lees: recibes naranjas a domicilio recién recolectadas. Lo anterior se traduce en que conservan todo su sabor y valor nutricional. Ni cámaras frigoríficas ni tratamientos químicos para mantenerlas durante el transporte.
¿Qué etiquetado tienen las Naranjas de Valencia?
El sello de calidad que identifica a los cítricos de Valencia es IGP (Indicación Geográfica Protegida), y persigue un doble objetivo. El primero es el de certificar que se cumplen unos altos estándares de calidad, y el segundo es promover el producto de la huerta valenciana, particularmente los cítricos, naranjas y mandarinas, limones, pomelos, etc.
El sello IGP está al mismo nivel que la famosa "Denominación de Origen" de nuestros vinos. La única diferencia es que esta última exige producción y envasado en el mismo lugar, así como una zona de cultivo muy determinada. Al margen de ese criterio puramente técnico que impone la reglamentación comunitaria, IGP es garantía de calidad.
Los productores valencianos manifiestan que la certificación de sus cítricos es más valorada fuera de nuestras fronteras. Por ejemplo, el exigente mercado francés recibe el 40% de las exportaciones. Hay quienes opinan que sin la IGP es más sencillo hacer pasar naranjas de otros lugares por autóctonas, y que algunas cadenas de supermercados están principalmente interesadas en abaratar precios, aunque ello suponga un detrimento en la calidad del género.
Existe otro sello de garantía: el CAECV (Comité de Agricultura Ecológica de la Comunitat Valenciana). Se trata de un organismo con participación pública que se otorga a agricultores de la zona. Ambas etiquetas habrían de ser visibles al comprador. No solo en lo que respecta a las naranjas a domicilio, sino que también debería ser visible al comprar mandarinas o comprar limones.
Desgraciadamente, con frecuencia saltan a los medios noticias que denuncian fraude en el etiquetado utilizando denominaciones del territorio valenciano que no se corresponden con el verdadero origen de la fruta. Esta es una prueba de que los controles de la administración no siempre resultan plenamente efectivos. Por ello seguimos recomendando al consumidor comprar naranjas directamente mediante canales de comercio electrónico como FrutaMare donde encontrarás fruta y verdura de calidad.
Es verdad que en un mundo globalizado no existen barreras. Sin embargo, el cliente tiene todo el derecho a conocer el verdadero origen de aquello que consume. Las naranjas de Valencia son sinónimo de calidad. Su prestigio internacional genera confianza. No pueden ser terceros quienes se lleven los méritos que corresponden a los hombres y mujeres del campo levantino.
En este asunto cada uno de los intervinientes ha de hacer su trabajo: la Administración implementando controles efectivos e imponiendo las sanciones correspondientes. Los establecimientos, supermercados y grandes superficies verificando el etiquetado y evitando técnicas de venta que puedan confundir al cliente.
Y, por último, los consumidores ejerciendo sus derechos y exigiendo al comercio que el anuncio del origen del género no ofrezca dudas. Solo así se asegurarán de que aquello por lo que pagan y se llevan a casa sea lo que creían comprar.
Dicho lo anterior, insistimos en que la compra por Internet sin intermediarios, y en este caso la compra de naranjas a domicilio, se ha convertido en una inmejorable opción para evitar el fraude y poder disfrutar de las deliciosas naranjas de Valencia.